Hoy nos hacemos eco de la noticia publicada por Europa Press a colación del informe de noviembre ‘Evaluación de la Estabilidad Financiera’ del Banco Central Europeo.
Según reza el titular de la agencia de medios, el BCE pone en sobreaviso de los riesgos para la estabilidad financiera que pueden sobrevenir como consecuencia de una recesión económica cada vez más probable.
En el último año, la escalada en los precios de la energía, que ha derivado en una inflación desbocada en muchos otros sectores, ha desencadenado un freno en el crecimiento económico , lo que nos acerca preocupantemente a una recesión técnica. Como mecanismo de control y compensación a estos efectos, la decisión del BCE de incrementar progresivamente los tipos de interés, ha propiciado que el sector financiero de la Zona Euro haya endurecido las posibilidades de acceso al crédito, un efecto que no hace sino tensionar la situación.
Tal como ha declarado el vicepresidente del BCE, Luís de Guindos, “Las personas y las empresas ya están sintiendo el impacto del aumento de la inflación y la desaceleración de la actividad económica”, lo que supone un incremento de la inestabilidad financiera y el riesgo de entrar en recesión técnica.
El BCE centra su análisis en el aumento de la vulnerabilidad de los hogares, las empresas y los gobiernos con mayor deuda; muy expuestos a las tensiones de los mercados financieros y dependientes de la templanza de los fondos de inversión. «Todas estas vulnerabilidades podrían desarrollarse simultáneamente, reforzándose potencialmente entre sí», ha señalado de Guindos.
Cabe señalar que la subida de precio de la energía y los insumos ha disparado los costes en todas las industrias, cuyos márgenes se ven lastrados. Los más afectados, las pymes, que deben lidiar con una inflación galopante y una mayor dificultad para acceder a la financiación crediticia y hacer frente a sus compromisos anteriores.
«Dado que a las empresas y los hogares les resulta cada vez más difícil pagar sus deudas, los bancos podrían enfrentarse a mayores pérdidas crediticias a medio plazo», señala el vicepresidente del BCE, que ve «señales incipientes» de deterioro en la calidad de los activos, que pueden requerir mayores provisiones.
Así, a pesar de que el sistema bancario de la zona euro es sólido frente a muchos riesgos, el BCE considera que, dado el deterioro de las perspectivas económicas y financieras, las políticas de protección y los fondos europeos pueden ser un balón de oxígeno imprescindible para mantener a flote la estructuras empresariales de los estados miembro, y reclama “un progreso urgente en los marcos regulatorios para mejorar la resiliencia del sector, especialmente para abordar los desajustes de liquidez y el apalancamiento«.
Desde Veraces Consulting ayudamos a las pymes a afrontar sus procesos de reestructuración de deuda y en la búsqueda de vías alternativas de financiación con las que afrontar un escenario de grandes desafíos.